domingo, 2 de mayo de 2010

Las drogas de todos

En estos últimos días, he visto por la tele una de esas campañas típicas sobre las drogas. No me he fijado muy bien quién es el que la promueve, pero la verdad es que ha conseguido que el mensaje se me quede grabado en la cabeza. Todas estas campañas sobre el alcohol, las drogas y los accidentes de tráfico suelen llamarme bastante la atención, y por qué no decirlo, la gran mayoría me parece que están muy bien pensadas. Lástima que muchas de esas veces también, el pensamiento posterior siempre es: "Vale, muchas campañas, muchas campañas, pero a la hora de la verdad, ¿qué?". Probablemente se intente poner en práctica eso de reducir al máximo el consumo y las imprudencias al volante, no lo voy a negar, pero no sé yo si se está consiguiendo de verdad... De todas formas, no tengo yo ahora mismo muchas ideas para arreglar el problema, así que como no voy a proponer soluciones, tampoco voy a darle más vueltas a este tema.

Con lo que de verdad me quiero quedar es con el lema de esta campaña que os he empezado contando. Viene a ser algo así como: "las drogas afectan a todos". Al oír estas palabras, llegan a la cabeza de uno mismo otras muchas frases relacionadas y que se pueden oír muy a menudo: "de algo hay que morir", "por fumar uno de vez en cuando no pasa nada", "el problema lo tengo yo, no te he pedido que me ayudes", "déjame que me muera a gusto yo solito"... E incluso sería muy fácil asociarlo simplemente al tabaco si pensamos en esos pobres fumadores pasivos. Pero no, esta campaña no va sobre el tabaco, sino sobre las drogas en general (o eso imagino yo). Y no se centra sólo en los efectos físicos perniciosos que se producen sobre las personas que hay alrededor, sino en la ristra de desgracias que surgen en las cercanías de un drogadicto. Siendo serios, decir drogadicto en esta última frase implica ablandar el tema. Por tanto, cambiemos drogadicto por consumidor de droga.
Sí, quiero hacer esta distinción: consumidor de droga y no drogadicto. Porque el drogadicto, lamentablemente, muchas veces ya se ha encontrado con el mayor de sus problemas: la soledad. Porque el drogadicto muchas veces ya es como aquel enfermo muy grave cuyos familiares ya "se han hecho a la idea" (por muy fuerte que suene y sabiendo lógicamente aquello de que "uno nunca se hace del todo a la idea con estas cosas"). Porque el drogadicto sólo encontrará la solución a su problema si se plantea dejarlo para siempre, mientras que el consumidor "nunca buscará la solución" porque "ni siquiera tiene un problema".
Las drogas afectan a todos, ¡claro que sí! No podemos decir "es mi problema", ni "quiero que me dejéis a gusto a mí solito". No podemos pensar que "esto me afecta a mí solo que soy el que consume". Indudablemente, esto no es un problema de uno solo.

Muchas veces decimos: "Déjalo, si quiere matarse y no quiere que le ayudemos, que lo haga".
El consumidor de droga puede ser un egoísta porque sólo piensa en él y no se para a pensar en los que tiene alrededor, pero por eso mismo, nosotros no podemos ser igual de egoístas y dejar que "el río siga su cauce". Más que nada, porque ese río lo mismo se lleva a unas cuantas personas por delante, e incluso a nosotros mismos. Tenemos que poner diques a ese río, y si el propio río los derriba, volverlos a poner; una y otra vez, hasta que la cosa aguante. Paciencia, paciencia, paciencia, y "un poco" de empatía. Pensar en el otro, una y otra vez, ayudarle sin descanso y aguantar muchos: "¿Quién eres tú para meterte en mi vida?"
¡Esto es una llamada a cuidar nuestra salud! A veces no lo hacemos demasiado y pensamos: "¡Qué poco me cuido!". A lo mejor nos ayuda más si pensamos: "Lo voy a hacer por los demás".

3 comentarios:

Bueno, bueno, bueno. Voy a tener el honor, como "consumidora de drogas" que soy (y para que no penséis mal aclaro que sólo alcohol y tabaco) de ser la primera en comentar.
A ver, empezaré diciendo que estoy de acuerdo, quizás matizaría algunas cosillas, sobre todo por meter cizaña.
Creo que la mayoría sabemos que la droga es el peor de los venenos existentes. Yo por experiencias que me han contado (drogadictos que no consumidores de drogas) se me quitan las ganas de consumir cualquier droga de las denominadas "duras". Lo malo de éstas es, que cuando las pruebas, es muy difícil tener un autocontrol que te impida probar una segunda vez. Porque gustan, gusta la sensación que te da, el deshinibirse, las risas, etc, y el cómo consiguen que te olvides de tus problemas durante un corto tiempo. Ahora, ¿qué pasa con las "drogas blandas"? porque ahí estamos la mayoría, quién no fuma, bebe, y sino ambas cosas (doy fe), salvo unas pocas excepciones.
En cuanto a la ayuda, pues...sí que viene bien saber que tienes alguien ahí, y que de vez en cuando te meta caña, pero no estar tooodo el día presionando porque al final acabas mandándolo a Sebastopol. Si alguien quiere dejar esto tiene que salir de la propia persona, sino no se consigue nada, ni por toda la ayuda del mundo que reciba, y tampoco por el "lo voy a hacer por los demás"
Y aquí termina mi chapa. Sólo he de añadir, por meter cizaña, que me han entrado ganas de fumarme un cigarrin...Dani, te lo has buscado...

Muchas gracias por tu comentario LOurdes.
Atendiendo a una petición, os dejo a continuación el link de la campaña de FAD en Youtube, porque prefiero no cambiar el texto del post.
Aquí lo tenéis, probablemente os suene:
http://www.youtube.com/watch?v=whHc16PpMdg

Como veis, hace más referencia a las drogas "duras", que era hacia donde yo quería enfocar el post; y no tanto hacia el tabaco y el alcohol (aunque todos somos conscientes de que son drogas igualmente).

Me ha gustado mucho la entrada.
Me gustaría añadir algo que me dijeron en unas charlas en el cole de drogas hace unos meses.
El concepto de droga "dura" o "blanda" es relativo, es decir, para alguien, el tabaco puede ser una droga mucho más dura que la cocaína porque es a la que esa persona está "enganchada" y de hecho, sin ir más lejos, el "mono" provocado por el alcohol, a nivel físico, es mucho peor que el de la cocaína (o eso me dijeron a mi los "expertos" en la materia) Con lo cual,diferenciar droga dura o blanda, no sirve, por lo menos para mi, porque, la única diferencia objetiva es el tiempo que tarda en "matar" a la persona o ir mermando su libertad, porque creo que a largo plazo las drogas blandas hacen el mismo daño o más que a corto tiempo las duras, esto dependiendo de cómo afecten a cada persona.
Cada uno no sabemos qué número de cigarros, porros, cubatas,... podemos consumir sin tener daños irreparables, es decir, cuál va a ser el que va a activar esa parte del cerebro hasta ahora dormida,que todos traemos de serie, y va a provocarnos una "psicosis canábica", por ejemplo, u otra enfermedad psíquica o física peor.
Por último, añadir que al Estado le viene muy bien, par aumentar su recaudación, que la gente no sepa o no quiera distinguir bien entre droga dura y blanda.
Y para acabar, totalmente de acuerdo con el "pensar en el otro una y otra vez". Conmigo funcionó! :D

Publicar un comentario